El 1 de diciembre de cada año, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida. El mundo se une para apoyar a las personas que conviven con el VIH y para recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
Las poblaciones que viven con el VIH tienen el doble de riesgo de enfermedad cardiovascular que la población general.
Los factores de riesgo tradicionales, en especial el tabaquismo y la diabetes mellitus, son más prevalentes en las poblaciones infectadas por el VIH.
En este grupo de pacientes no solo se evidencia enfermedad coronaria sino también puede haber repercusión en el músculo cardiaco: miocarditis focal, deterioro de la función ventricular detectada en el ecocardiograma y miocardiopatía clínica. En países en desarrollo también se encuentra pericarditis que puede ser idiopática o por infecciones oportunistas.
En cuanto a repercusión valvular hay evidencia de endocarditis trombótica no bacteriana en relación con inmunosupresión profunda y síndrome de emaciación.
La hipertensión pulmonar es una complicación infrecuente del VIH, pero tiene mayor prevalencia en las poblaciones infectadas por el VIH que en la población general.